HIPATYA Y EL CUIDADO QUE ENSEÑA LA CIENCIA
Mujer, matemática, filósofa y astrónoma, hija de Teón, también el bibliotecario de Alejandría. No hay justificación alguna que te apedreemos con el olvido.
Maestra y también bibliotecaria, modesta científica cuya práctica antecede en el hacer al método científico. Corrían los aires del año 415 d.C. aires fanáticos y enfermizos en contra del saber y en nombre de una fe que se ideologizaba.
Citan lo más salvaje del ser humano para borrar de la tierra su presencia. Gracias a los cronistas como Damascio tenemos sus noticias. En el comienzo de los tiempos surgió la necesidad de cuidar. Oficio que han ejercido las mujeres allí donde habitamos con Ellas para crear, procrear, recrear entre muchos otros haceres.
Y desde entonces, antes y después de Hipatia, fue necesario cuidar las bibliotecas que custodian el saber, propician el debate, donde se grafican las fórmulas, se sistematizan los aportes y los límites de la civilización y la cultura en cada lugar del globo. Como los hombres, en los libros no hay consensoshay evidencias de cómo se han buscado acuerdos. En unos escriben su nombre con la letra Y en la primera sílaba, en otros la usan en la sílaba final. Que alguna biblioteca lleve su nombre en letras imborrables, no sé. Vale la pena que el nombre de HIPATYA (350 a 370 d.C:) sea tatuado en las paredes de las bibliotecas y museos del mundo, en letras legibles. Perennes. Maestra la ciencia y la filosofía te deben el beneficio de la duda. Tal vez enriqueciste el lenguaje con nuevas preguntas que tus maestros no pudieron formular. Ese fue el motivo por el cual la plebe de las plazas publicas te tildaron de bruja: preguntabas.
Alejando Amenabar hizo una película hacia el año 2009, en los albores del siglo veintiuno, para los "millennials" comprendieran que la vida va de por medio si hay que cuidar las ideas. Pretendo un panegírico con el cual ideemos los modos de cuidar el medio ambiente que nos dejan los árbaros de cada época.
Yo propongo, desde la primera persona del singular que alguna biblioteca del mundo lleve su nombre en letras imborrables. Tatuadas. Legibles. Perennes. La ciencia y la filosofía te deben el beneficio de la duda.
Mujer, matemática, filósofa y astrónoma, hija de Teón, también el bibliotecario de Alejandría. No hay justificación alguna que te apedreemos con el olvido.
OTROS NOMBRES QUE DEBEMOS
RESCATAR DEL OLVIDO:
Hay otras mujeres cuyo aporte es destacado en la historia de la ciencia. Para esta nota tendré presente nombres de algunas científicas:
La biblioteca del ITM ha realizado una exposición dedicada a diez mujeres de distintas disciplinas y épocas. Debajo puede verse el listado de estas científicas y un enlace a cada panel de la exposición en tamaño original:
- La geóloga planetaria Adriana Ocampo Uría (1955)
- La médica especialista en ginecología Ana Galvis Hotz (1855-1934)
- La microbióloga Ángela Restrepo Moreno (1931)
- La escultora Doris Salcedo (1958)
- La periodista Emilia Pardo Umaña (1907-1961)
- La médica y filóloga Gerda Westendorp (1916-1996)
- La médica Inés María Ochoa Patiño (1917-2002)
- La ingeniera eléctrica Marina Sanmiguel
- La epidemióloga Nubia Amparo Muñoz Calero (1940)
- La ingeniera civil Sony Jiménez de Tejada (1922-2014)
Edición realizada por Marta Macho Stadler
Las científicas colombianas son: Ángela Camacho Beltrán, Carmenza Duque Beltrán, Susana Fiorentino Gómez, Dolly Montoya Castaño, Nubia Muñoz Calero, Alexandra Olaya Castro, Ángela Restrepo Moreno, Ana María Rey, Tatiana Toro y Diana Valencia.
Y las científicas latinoamericanas son: Márcia Barbosa (Brasil), Kathrin Barboza Márquez (Bolivia), Idelisa Bonnelly (República Dominicana), Raquel Chan (Argentina), Valeria de Paiva (Brasil), Alicia Dickenstein (Argentina), Susana López Charreton (México), Herminia Pasantes Ordóñez (México), María Teresa Ruiz González (Chile) y Mayly Sánchez (Venezuela).
Una invitada de lujo, la poesía en la voz de una voz estelar. Olga Elena Mattei
“Yo soy una señora burguesa
No hay comentarios.:
Publicar un comentario