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viernes, 22 de diciembre de 2023

Papá Noel al revés y otras delicias navideñas

  Papá Noel al revés  

Por Carlos Drummond de Andrade

Carlos Drummond de Andrade (Itabira, Minas Gerais, 1902-Rio de Janeiro, 1987)



Papá Noel entró por la puerta del fondo

 (en Brasil las chimeneas no son practicables)

 entró cauteloso que ni marido después de la juerga. 

A tientas en la oscuridad pulsó el interruptor 

y la electricidad golpeó las cosas resignadas, 

cosas que seguían cosas en el misterio de la Navidad. 

Papá Noel exploró la cocina con ojos astutos,

 encontró un queso y se lo comió. 

Después sacó del bolsillo un cigarro que no quiso encender. 

Tuvo miedo tal vez de prender fuego a la barba postiza 

(en Brasil todos los papanoeles tienen la cara afeitada) 

y avanzó por el pasillo blanco de luz de luna. 

Aquel cuarto es el de los niños. Papá entró convencido. 

Los niños dormían soñando con otras navidades mucho más hermosas 

pero sus zapatos estaban llenos de juguetes

soldados mujeres elefantes barcos y un presidente de república de celuloide.


Papá Noel se agachó y recogió todo aquello

en el interminable pañuelo de yerbas rojo. 

Cerró el fardo e hizo un nudo, pero lo apretó tanto 

que allí dentro mujeres elefantes soldados presidente 

peleaban por causa de la aglomeración. 

Los pequeños seguían durmiendo.

A lo lejos un gallo comunicó el nacimiento de Cristo. 

Papá Noel volvió silenciosamente a la cocina,

 apagó la luz, salió por la puerta del fondo. 

En el huerto, la luz de luna de Navidad bendecía las legumbres. 




lunes, 20 de noviembre de 2023

Juan Rulfo, un maestro de la escritura (Texto en construcción, a propósito de una re-lectura)

 Juan Rulfo, un maestro de la escritura merece mil re-lecturas

De pocas palabras, dueño de una gran precisión expresiva, hijo a caabalidad de ese México en construcción perenne. 





Macario

[Cuento - Texto completo.]

Juan Rulfo

Estoy sentado junto a la alcantarilla aguardando a que salgan las ranas. Anoche, mientras estábamos cenando, comenzaron a armar el gran alboroto y no pararon de cantar hasta que amaneció. Mi madrina también dice eso: que la gritería de las ranas le espantó el sueño. Y ahora ella bien quisiera dormir. Por eso me mandó a que me sentara aquí, junto a la alcantarilla, y me pusiera con una tabla en la mano para que cuanta rana saliera a pegar de brincos afuera, la apalcuachara a tablazos… Las ranas son verdes de todo a todo, menos en la panza. Los sapos son negros. También los ojos de mi madrina son negros. Las ranas son buenas para hacer de comer con ellas. Los sapos no se comen; pero yo me los he comido también, aunque no se coman, y saben igual que las ranas. Felipa es la que dice que es malo comer sapos. Felipa tiene los ojos verdes como los ojos de los gatos. Ella es la que me da de comer en la cocina cada vez que me toca comer. Ella no quiere que yo perjudique a las ranas. Pero, a todo esto, es mi madrina la que me manda a hacer las cosas… Yo quiero más a Felipa que a mi madrina. Pero es mi madrina la que saca el dinero de su bolsa para que Felipa compre todo lo de la comedera. Felipa sólo se está en la cocina arreglando la comida de los tres. No hace otra cosa desde que yo la conozco. Lo de lavar los trastes a mí me toca. Lo de acarrear leña para prender el fogón también a mí me toca. Luego es mi madrina la que nos reparte la comida. Después de comer ella, hace con sus manos dos montoncitos, uno para Felipa y otro para mí. Pero a veces Felipa no tiene ganas de comer y entonces son para mí los dos montoncitos. Por eso quiero yo a Felipa, porque yo siempre tengo hambre y no me lleno nunca, ni aun comiéndome la comida de ella. Aunque digan que uno se llena comiendo, yo sé bien que no me lleno por más que coma todo lo que me den. Y Felipa también sabe eso… Dicen en la calle que yo estoy loco porque jamás se me acaba el hambre. Mi madrina ha oído que eso dicen. Yo no lo he oído. Mi madrina no me deja salir solo a la calle. Cuando me saca a dar la vuelta es para llevarme a la iglesia a oír misa. Allí me acomoda cerquita de ella y me amarra las manos con las barbas de su rebozo. Yo no sé por qué me amarra mis manos; pero dice que porque dizque luego hago locuras. Un día inventaron que yo andaba ahorcando a alguien; que le apreté el pescuezo a una señora nada más por nomás. Yo no me acuerdo. Pero, a todo esto, es mi madrina la que dice lo que yo hago y ella nunca anda con mentiras. Cuando me llama a comer, es para darme mi parte de comida, y no como otra gente que me invitaba a comer con ellos y luego que me les acercaba me apedreaban hasta hacerme correr sin comida ni nada. No, mi madrina me trata bien. Por eso estoy contento en su casa. Además, aquí vive Felipa. Felipa es muy buena conmigo. Por eso la quiero… La leche de Felipa es dulce como las flores del obelisco. Yo he bebido leche de chiva y también de puerca recién parida; pero no, no es igual de buena que la leche de Felipa… Ahora ya hace mucho tiempo que no me da a chupar de los bultos esos que ella tiene donde tenemos solamente las costillas, y de donde le sale, sabiendo sacarla, una leche mejor que la que nos da mi madrina en el almuerzo de los domingos… Felipa antes iba todas las noches al cuarto donde yo duermo, y se arrimaba conmigo, acostándose encima de mí o echándose a un ladito. Luego se las ajuareaba para que yo pudiera chupar de aquella leche dulce y caliente que se dejaba venir en chorros por la lengua… Muchas veces he comido flores de obelisco para entretener el hambre. Y la leche de Felipa era de ese sabor, sólo que a mí me gustaba más, porque, al mismo tiempo que me pasaba los tragos, Felipa me hacia cosquillas por todas partes. Luego sucedía que casi siempre se quedaba dormida junto a mí, hasta la madrugada. Y eso me servía de mucho; porque yo no me apuraba del frío ni de ningún miedo a condenarme en el infierno si me moría yo solo allí, en alguna noche… A veces no le tengo tanto miedo al infierno. Pero a veces sí. Luego me gusta darme mis buenos sustos con eso de que me voy a ir al infierno cualquier día de éstos, por tener la cabeza tan dura y por gustarme dar de cabezazos contra lo primero que encuentro. Pero viene Felipa y me espanta mis miedos. Me hace cosquillas con sus manos como ella sabe hacerlo y me ataja el miedo ese que tengo de morirme. Y por un ratito hasta se me olvida… Felipa dice, cuando tiene ganas de estar conmigo, que ella le cuenta al Señor todos mis pecados. Que irá al cielo muy pronto y platicará con Él pidiéndole que me perdone toda la mucha maldad que me llena el cuerpo de arriba abajo. Ella le dirá que me perdone, para que yo no me preocupe más. Por eso se confiesa todos los días. No porque ella sea mala, sino porque yo estoy repleto por dentro de demonios, y tiene que sacarme esos chamucos del cuerpo confesándose por mí. Todos los días. Todas las tardes de todos los días. Por toda la vida ella me hará ese favor. Eso dice Felipa. Por eso yo la quiero tanto… Sin embargo, lo de tener la cabeza así de dura es la gran cosa. Uno da de topes contra los pilares del corredor horas enteras y la cabeza no se hace nada, aguanta sin quebrarse. Y uno da de topes contra el suelo; primero despacito, después más recio y aquello suena como un tambor. Igual que el tambor que anda con la chirimía, cuando viene la chirimía a la función del Señor. Y entonces uno está en la iglesia, amarrado a la madrina, oyendo afuera el tum tum del tambor… Y mi madrina dice que si en mi cuarto hay chinches y cucarachas y alacranes es porque me voy a ir a arder en el infierno si sigo con mis mañas de pegarle al suelo con mi cabeza. Pero lo que yo quiero es oír el tambor. Eso es lo que ella debería saber. Oírlo, como cuando uno está en la iglesia, esperando salir pronto a la calle para ver cómo es que aquel tambor se oye de tan lejos, hasta lo hondo de la iglesia y por encima de las condenaciones del señor cura…: “El camino de las cosas buenas está lleno de luz. El camino de las cosas malas es oscuro.” Eso dice el señor cura… Yo me levanto y salgo de mi cuarto cuando todavía está a oscuras. Barro la calle y me meto otra vez en mi cuarto antes que me agarre la luz del día. En la calle suceden cosas. Sobra quién lo descalabre a pedradas apenas lo ven a uno. Llueven piedras grandes y filosas por todas partes. Y luego hay que remendar la camisa y esperar muchos días a que se remienden las rajaduras de la cara o de las rodillas. Y aguantar otra vez que le amarren a uno las manos, porque si no ellas corren a arrancar la costra del remiendo y vuelve a salir el chorro de sangre. Ora que la sangre también tiene buen sabor aunque, eso sí, no se parece al sabor de la leche de Felipa… Yo por eso, para que no me apedreen, me vivo siempre metido en mi casa. En seguida que me dan de comer me encierro en mi cuarto y atranco bien la puerta para que no den conmigo los pecados mirando que aquello está a oscuras. Y ni siquiera prendo el ocote para ver por dónde se me andan subiendo las cucarachas. Ahora me estoy quietecito. Me acuesto sobre mis costales, y en cuanto siento alguna cucaracha caminar con sus patas rasposas por mi pescuezo le doy un manotazo y la aplasto. Pero no prendo el ocote. No vaya a suceder que me encuentren desprevenido los pecados por andar con el ocote prendido buscando todas las cucarachas que se meten por debajo de mi cobija… Las cucarachas truenan como saltapericos cuando uno las destripa. Los grillos no sé si truenen. A los grillos nunca los mato. Felipa dice que los grillos hacen ruido siempre, sin pararse ni a respirar, para que no se oigan los gritos de las ánimas que están penando en el purgatorio. El día en que se acaben los grillos, el mundo se llenará de los gritos de las ánimas santas y todos echaremos a correr espantados por el susto. Además, a mí me gusta mucho estarme con la oreja parada oyendo el ruido de los grillos. En mi cuarto hay muchos. Tal vez haya más grillos que cucarachas aquí entre las arrugas de los costales donde yo me acuesto. También hay alacranes. Cada rato se dejan caer del techo y uno tiene que esperar sin resollar a que ellos hagan su recorrido por encima de uno hasta llegar al suelo. Porque si algún brazo se mueve o empiezan a temblarle a uno los huesos, se siente en seguida el ardor del piquete. Eso duele. A Felipa le picó una vez uno en una nalga. Se puso a llorar y a gritarle con gritos queditos a la Virgen Santísima para que no se le echara a perder su nalga. Yo le unté saliva. Toda la noche me la pasé untándole saliva y rezando con ella, y hubo un rato, cuando vi que no se aliviaba con mi remedio, en que yo también le ayudé a llorar con mis ojos todo lo que pude… De cualquier modo, yo estoy más a gusto en mi cuarto que si anduviera en la calle, llamando la atención de los amantes de aporrear gente. Aquí nadie me hace nada. Mi madrina no me regaña porque me vea comiéndome las flores de su obelisco, o sus arrayanes, o sus granadas. Ella sabe lo entrado en ganas de comer que estoy siempre. Ella sabe que no se me acaba el hambre. Que no me ajusta ninguna comida para llenar mis tripas aunque ande a cada rato pellizcando aquí y allá cosas de comer. Ella sabe que me como el garbanzo remojado que le doy a los puercos gordos y el maíz seco que le doy a los puercos flacos. Así que ella ya sabe con cuánta hambre ando desde que me amanece hasta que me anochece. Y mientras encuentre de comer aquí en esta casa, aquí me estaré. Porque yo creo que el día en que deje de comer me voy a morir, y entonces me iré con toda seguridad derechito al infierno. Y de allí ya no me sacará nadie, ni Felipa, aunque sea tan buena conmigo, ni el escapulario que me regaló mi madrina y que traigo enredado en el pescuezo… Ahora estoy junto a la alcantarilla esperando a que salgan las ranas. Y no ha salido ninguna en todo este rato que llevo platicando. Si tardan más en salir, puede suceder que me duerma, y luego ya no habrá modo de matarlas, y a mi madrina no le llegará por ningún lado el sueño si las oye cantar, y se llenará de coraje. Y entonces le pedirá, a alguno de toda la hilera de santos que tiene en su cuarto, que mande a los diablos por mí, para que me lleven a rastras a la condenación eterna, derechito, sin pasar ni siquiera por el purgatorio, y yo no podré ver entonces ni a mi papá ni a mi mamá que es allí donde están… Mejor seguiré platicando… De lo que más ganas tengo es de volver a probar algunos tragos de la leche de Felipa, aquella leche buena y dulce como la miel que le sale por debajo a las flores del obelisco…

FIN


América, 1946



jueves, 16 de noviembre de 2023

Entre la innovación y la tradición, la biblioteca de Unitrópico avanza

Entre la innovación y la tradición, 

la Biblioteca Universitaria de Unitrópico 

avanza

Reporte Número Uno 


Para quienes han visto crecer esta institución, pueden evocar el periódico

institucional titulado UNITROPICO IN-FORMA[1]. Se publicó impreso durante una

década. Al llegar a la biblioteca me encuentro con un ejemplar. Al poco tiempo

me convertí en un permanente colaborador y siempre hablando de bibliotecas

con algún tono literario.


Ahora al leer el infinito en el junco de la escritora española Irene Vallejo y

escucharla en los videos de YouTube, concebí la idea de aplaudir la

transformación institucional de la cual soy testigo, y en algún grado, protagonista

compilando dichas participaciones, conservando el estilo de los recortes de

prensa en los cuadernos escolares, cuya intimidad solo la comprenden quienes

aprendimos a leer periódicos y a organizar archivos verticales.


Al cabo de nueve años, la biblioteca universitaria [2] ha sufrido cambios y retrocesos,

avances y limitaciones, pero ante todo ha contribuido a convertir la información

en un tema cotidiano entre las comunidades usuarias y el libro deja de ser un

objeto de lujo e innecesario para que sea visto como lo que es: una herramienta

de trabajo que merece cuidado y respeto, y ante todo, que sea leído, criticado,

evaluado, corregido y referenciado. El libro es útil cuando se abre y memorioso

cuando se narra.

_______________________________

NOTAS: 

[1] Este texto sirve de introducción al libro electrónico titulado "¿Y esos recoertes, Qué? Reflexiones sobre  educación superior desde la biblioteca universitaria y la comunidad" realizado por el equipo de la biblioteca con un grupo de estudiantes que después realizar las horas prácticas de investigación, se convirtieron en el primer grupo de amigos de la Biblioteca Universitaria Unitrópico.  Dejan su impronta al diseñar en formato digital su afiliación a las labores bibliotecarias emprendidas y con las cuales se celebra la transformación de Fundación Universitaria (de carácter privado) en Universidad  Pública (entidad del Estado colombiano).

[2] En este blog, se le ha apostado al aprendizaje permanente en torno a los nuevos roles bibliotevas ante la irrupción de nuevos soportes, formtos y en consecuencia, nuevas lógicas y nuevas prácticas ibliotecarias vinculadas alos diferentes escenarios de la producción, desde las dimensiones intelectuales de la interdisciplinariedad y la interinstitucionalidad.



PREGUNTAS 
PARA LA PROMOCIÓN DE LECTURA
DEBEMOS INDAGAR COMO EQUIPO DE TRABAJO
LAS SIGUIENTES INQUIETUDES EN TORNO A LAS PRÁCTICAS DE LA LECTURA

Este borrador de encuesta fue publicado como borrador en este mismo blog el 18 de agosto de 2014

L

¿Cómo leemos?
¿En la intimidad de mi habitación?
¿En grupos de amigos? ¿Algún club de lectores?
¿Con tutor? ¿Un promotor de lectura? ¿Un adulto?
¿A través de las redes sociales?
¿Leo o leemos por placer?




¿Leo o leemos por Imposición?




¿Leo o leemos por interés?




¿Leo o leemos por necesidad?




¿Leo o leemos por ninguna de las anteriores?



Fuente: elaboración propia para este blog [18.08.2014]



Hacia las nuevas bibliotecas, las digitales (del 2013 al 2017):

ENTRE LA INNOVACIÓN Y LA TRADICIÓN SE CONSTRUYEN
LAS NUEVAS RUTAS DEL CONOCIMIENTO

Por  Emiro
 

primera edición julio 2014
segunda edición febrero 2021
tercera edición noviembre 2023

Desde  el año 2012 nos ha tocado responder a la pregunta QUÉ ES LO QUE DEBEMOS APRENDER  y  QUE NOS TOCA DESAPRENDER, en aras de atender a los compromisos que nos incumben como seres humanos, responsables de una ética planetaria: es decir, COMPRENDER que no vivimos solos en el planeta; o lo cuidamos  entre todos para todos, o sucumbiremos todos, atorados con las oportunidades en las manos, cual ovillo de lana que nadie quiere desenredar. 

Por eso, las tareas de leer, escuchar, escribir y hablar lo que pensamos, lo que hacemos y lo que queremos tienen nuevos escenarios de aprendizaje y de des-aprendizaje en las nuevas bibliotecas, las digitales.  Pero ¿Qué son? Mientras comprendemos su definición, su rol, su pertinencia y la gama de oportunidades, se hacen precisas previas reflexiones:

- Hoy es necesario volver a pensar  el cómo leemos y, no tanto, el cuánto leemos. Es urgente escribir los que-haceres e incluso lo que no alcanzamos a hacer, en la perspectiva de comprender los momentos y los contextos para llevar a cabo una u otra meta, interpretando la coyuntura. Asuntos de calidad por encima de lo asuntos de cantidad, debe ser la prioridad en la cotidianidad académica de los actuales tiempos,  con la convicción de que  somos capaces de enfrentar nuevos desafíos, donde  comprometamos  nuestros esfuerzos.

- Las tecnologías de la información y el conocimiento nos pueden ayudar a construir respuestas ágiles, coherentes, oportunas y rentables en la medida que planeemos el  uso de los recursos que nos ofrecen las TIC's con objetividad. Es necesario ser ágiles pero con sentido...  las fatigas surges de correr  cuando no sabemos por qué ni para qué ni para dónde. Las tecnologías no fueron diseñadas para asumir el afán que nos depara la falta de preparación, de planeación, de evaluación. Las técnicas de estudio no han sido desplazadas por las TIC's. Ahora hay que señalar que al contrario se han fortalecido. Quien sabe resumir, hace mucho mejor sus tareas cotidianas, usando estos recursos. Pero primero hay que aprender a resumir.

[…]Una biblioteca digital no se resume en una colección digitalizada y en una herramienta de gestión de la información. Es también un conjunto de actividades que ponen en relación las colecciones, los servicios y los usuarios a todo lo largo del ciclo de creación, difusión, uso y conservación de datos, información y conocimientos.” Virginia Tech Institute

sábado, 11 de noviembre de 2023

Publicaciones oficiales, definiciones, enlaces y ejemplos estelares

De las publicaciones oficiales: 

En principio, las publicaciones oficiales son el acumulado de  resoluciones, proyectos, actas de reuniones y resúmenes sobre el Congreso Anual, el estado de cuentas, información sobre los socios  (y ciudadanos), así como informes sobre las diversas actividades profesionales que se han organizado en el período transcurrido entre las reuniones o Asambleas, es decir, publicaciones de carácter oficial. 

Luego, son el resultado de políticas editoriales de las instituciones como celebraciones de efemerides institucionales. Según la ALA (Asociación de bibliotecarios americanos) es: Es la bibliografía  impresa o digital en formato de afiche, folleto, gaceta, libro o revista que produce y publica institucionalmente una entidad oficial.


ASCOLBI (Asociación Colombiana de Bibliotecología, Bibliotecarios y Bibliotecas) https://www.youtube.com/watch?v=lL3bvAe5-y4o enumera algunos desafíos al respecto:

-   Importancia de las publicaciones oficiales para el fortalecimiento de la cultura política.

 Comprender las bibliotecas gubernamentales como garantes de la organización, preservación y acceso a las publicaciones oficiales de Colombia.

- Una invitación a reflexionar sobre Incertidumbre jurídica en la edición y acceso a las publicaciones oficiales.

-   Dificultades y retos de las bibliotecas gubernamentales. 

Un ejemplo de publicaciones oficiales son las colecciones sobre literatura colombiana en torno a grupos étnicos o de género cuya trascendencia es fundacional para el país,  En el 2010 el Ministerio de Cultura publica una primera colección sobre negritudes, continúan un año después con las comunidades indígenas. En el 2020 publican una antología que podemos seguir en línea al conectarnos con la Biblioteca Nacional de Colombia


De la Biblioteca de escritoras colombianas


Francisca Josefa del Castillo, monja en tiempos de la Colonia (1671 a 1742), natural de la Ciudad de Tunja, 

Soledad Acosta de Samper, de Santafe de  Bogotá (1833 a 1913) 

Sofía Ospina de Navarro - Medellín (1892 a 1974)

Amira Arrieta McGregor mas concida como Amira de la Rosa - Barranquilla (1093 a 1974)

Teresa Martinez de Varela o conocida también como Lisa de Andráfueda - Quibdó (1913 a 1998)

Elisa Mújica Velásquez - (de Bucaramanga 1918 a Bogotá 2003) 

Emilia Ayarza (de Bogotá 1919 a Los Angeles - USA 1966)

Meira Delmar (Su nombre de pila fue Olga Isabel Chams Eljach) Barranquilla (de 1922 a 2009)

Maruja Vieira (De Manizalez en 1922 a Bogotá en 2023)

Flor Romero de Nohra (De Guaduas - Cundinamarca 1933 a Bogotá 2018)

Helena Aaraújo (De Bogotá en 1934 a Lusana - Suiza en el  2015)

Hazel Marie Robinson Abrahams (En 1935 en Sab Andres) 

Albalucía Ángel Marulanda (Pereira - 1939)

María Mercedes Carranza Coronado (1945 a 2003 en Bogotá)

Silvia Galvis Ramírez (Bucaramanga 1945 a 2009)

Amalia Lu Posso Figueroa (Quibdó 1947)

Pilar Quintana, compiladores y editora de esta colección (Cali, 1971) 

En esta antología faltan muchas voces, pero las que están son de fabula. Extraño a Laura Restrepo, a Fanny Buitrago, a Rosío Vélez de Piedrahita, a Aura López, a Orieta Lozano, a Marvel Moreno, a Pilar Lozano, a María Helena Uribe de Estrada, Carmen Cecilia Suárez, entre muchas otras. Alcanzan para muchas otras antologías. 











sábado, 4 de noviembre de 2023

Héctor Abad Faciolince vino a contarnos sus historias, los lectores vinimos a leerlas

 

Alguna vez pense que los poetas podían palpar en sus manos su corazón, o al menos el corazón de un ser muy querido. Y un día la vida me puso en las manos la historia de un engreido ateo, que arguye de mil modos que no cree en ningun deidad, pero que tuvo entre sus manos la historia de un corazón grande, muy grande, de un corazón que desafío los bríos de la ciencia y sus artesanos. Un corazón de generosidad y alegría, un corazón cultor del ocio refinado y de buen gusto como otro camino expedito hacia la gloria de Dios. Usted se arriega a contar esas historias a través de los amigos, de los grandes amigos, de los grandes hermanos de la vida. Leer "Salvo mi corazón, todo está bien" es una invitación que va más allá de cualquier horizonte espiritual.



 

En esta nota le voy a decir Don Héctor que es Usted un grande entre los amanuenses pero es más creyente que yo que me invento la misa cuando no puedo asistir al rito dominical. He leído ya dos veces esta historia en homenaje a Doña Cecilia y he de contradecirle. Usted cultiva la fe con el fervor que le aprendió a su amigo sacerdote y dueño del corazón grande al que le salva para la memoria de los colombianos con este relato.




La Univeridad de Antioquia desde la oficina de extensión cultural realiza (o realizaba, hoy no lo sé) el "Martes del Paraninfo" una tribuna estelar como ninguna otra, donde los autorizados de todos los temas y de todos los tiempos se dan cita con la ciudadanía de a pie. Durante la década de los años ochenta cuando yo bailaba con la incertidumbre cada día de una juventud sin norte para conquistar oporunidades, y voces como la de Don Héctor Abad Gómez, me ayudaron a comprender que las oportunidades se buscan, se construyen, se cuidan, se cultivan, se defienden y se le arrabatan a la historia, esa magna  señorona que en compicheria con la realidad se ufana de irnos apabullando... 

Doña Cecilia



El periódico El Colombiano  de Medellín en la última página, a ocho columnas, publicaba en detalle y minucia (estas dos palabras no son sinónimas) cada domingo una reseña sobre cine, luego otros lo denominaran cine arte y al autor de estas páginas le llaman crítico. Me leí esas páginas con la devoción de quien no tenía con que ir al cine y cuando lo hacia era porque había comprendido al dedillo aquella reseña, que poco conocía la brevedad. Contar historias para la gran pantalla y quedarme perplejo cuando una empleadita de almacen en plena película, mientras come palomitas de maíz es sorpendida por el galan de la película que se sale de la pantalla, la toma del brazo y la invita a huir de la realidad. Sobra decir que la vi muchas veces y la volveré a ver cuando pueda palpar entre mis manos las paginas de cine que décadas después ha publicado la misma Universidad que hoy custodia su cinemateca.   


Para la época leía para soñar y soñaba que leía. Hoy al leer la historia que nos cuentas Don Héctor sobre el Padre Luis Alberto y su universo de fabula y liturgía, de mundo profano y sacro, de sueños e ilusiones, veo el otro Medellín que poco cuentan los cronistas de las páginas ensangrentadas y morbosas. Nos cuentas otra Medellín, sin renucniar al "olvido que seremos" nos vuelves la mirada sobre la esperanza que sostuvo con paso firme y gallardo a Doña Cecilia. 



Después de leer La Guaca, de ver la película de Fernado Trueba, sus cuentos, sus columnas de prensa, de enterarme que ha sido bibliotecario y editor, es decir un cultor de la bibliografía durante las venticuatro horas del día, los siete días de la semana, los doce meses del año y los cincuenta años de vida con conciencia de mundo, me queda la profunda duda que Usted sea un descreído como lo dice en la dedicatoria. 


Gracias a sus pasos de amanuense he seguido los pasos de nuestra ciudad. Hoy desde Yopal, me queda manifestarle mi gratitud de lector. EMIRO


De "Salvo mi corazón, todo está bien" se lee de la voz del Padre Luis Alberto:

En la página 86: "En Dios no se cree con la cabeza sino con el corazón. Es lo que dice Pascal, que tenía una cabeza privilegiada, no carente de exquisita lógica matemática, pero atendía a los latidos del corazón". 

En la página 268: " Tengo miedo de lo que el presente, cuando pasado, me hará el futuro". 

En la página 294 cita a Jardiel Poncela: "La medicina es el arte de acompañar con palabras griegas y latinas al sepulcro"







miércoles, 27 de septiembre de 2023

Darío, un nombre de poetas. Darío, amigo de gatos

                                         Razones del ausente

Darío Jaramillo Agudelo 
Poeta, novelista y ensayista colombiano nacido en Santa Rosa de  Osos, Antioquia, en 1947
Si alguien les pregunta por él,
díganle que quizá no vuelva nunca o que si regresa
acaso ya nadie reconozca su rostro;
díganle también que no dejó razones para nadie,
que tenía un mensaje secreto, algo importante que decirles
pero que lo ha olvidado.
Díganle que ahora está cayendo, de otro modo y en otra parte del mundo,
díganle que todavía no es feliz,
si esto hace feliz a alguno de ellos; díganle también que se fue con el corazón vacío y seco
y díganle que eso no importa ni siquiera para la lástima o el perdón
y que ni él mismo sufre por eso,
que ya no cree en nada ni en nadie y mucho menos en él mismo,
que tantas cosas que vio apagaron su mirada y ahora, ciego, necesita del tacto,
díganle que alguna vez tuvo un leve rescoldo de fe en Dios, en un día de sol,
díganle que hubo palabras que le hicieron creer en el amor
y luego supo que el amor dura
lo que dura una palabra.
Díganle que como un globo de aire perforado a tiros,
su alma fue cayendo hasta el infierno que lo vive y que ni siquiera está desesperado
y díganle que a veces piensa que esa calma inexorable es su castigo;
díganle que ignora cuál es su pecado
y que la culpa que lo arrastra por el mundo la considera apenas otro dato del problema
y díganle que en ciertas noches de insomnio y aun en otras en que cree haberlo soñado,
teme que acaso la culpa sea la única parte de sí mismo que le queda
y díganle que en ciertas mañanas llenas de luz
y en medio de tardes de piadosa lujuria y también borracho de vino en noches de lluvia
siente cierta alegría pueril por su inocencia
y díganle que en esas ocasiones dichosas habla a solas.
Díganle que si alguna vez regresa, volverá con dos cerezas en sus ojos
y una planta de moras sembrada en su estómago y una serpiente enroscada en su cuello
y tampoco esperará nada de nadie y se ganará la vida honradamente,
de adivino, leyendo las cartas y celebrando extrañas ceremonias en las que no creerá
y díganle que se llevó consigo algunas supersticiones, tres fetiches,
ciertas complicidades mal entendidas
y el recuerdo de dos o tres rostros que siempre vuelven a él en la oscuridad

Nocturno, vals, mazurka, polonesa
Darío Jaramillo Agudelo

Con este piano conozco la dulzura única de un tiempo mío,
tiempo sin fecha y sin memoria,
todo fue, todo es, todo será
este flujo, este juego, esta caricia del piano.
Tiemblo de emoción, aplaudo el encore de Malcuzinski
y vitoreo y aún floto,
alucino entre valses y nocturnos.
Germán a mi lado tiene 16 o 17 años
y yo soy eterno ya,
mortal y eterno como Germán mi amigo de la infancia.
¿Es tan ridículo llorar de la alegría?
¿Puedo confesar este perfume de violetas,
admito mi cielo azul adentro, mi agua fresca en el alma?
Mañanas tranquilas bajo un sol indulgente:
se oye correr el agua, el piano muestra bosques,
verdes campos de cultivo, vacas mudas con ubre generosa.
Chopin hace el milagro.
Chopin detiene minutos y hemorragia.
Chopin es un sedante, sólo este piano y los restos de vida.
El piano, el tres por cuatro del vals atándome a la vida,
Chopin en mi oído anunciándome la lejanía de la muerte.
La música me lleva de la mano
por fuera del tiempo y por dentro,
por encima de mí,
viéndome otro me lleva de la mano,
soy uno que se aburre, uno que llora,
otro -el más miserable- que con ansias espera:
ninguno de ellos mientras el vals me lleve de la mano,
el vals sopla brisas de paz en mis entrañas,
me enseña a transcurrir,
todo llega, me repite el vals irrepetible siempre,
el vals irrepetible me cuenta la historia de otro más sereno que seré,
en una clave sin acosos me repite algo que todavía ignoro,
otro aprendizaje elemental que no percibo,
que el piano apenas insinúa.


Miguel Ángel Osorio

Darío Jaramillo Agudelo


Entre mi corazón la penumbra de una calle,
una reliquia, un aguijón, el eco de una voz.
Entre mi corazón -entre mi herida-,
una caricia, el murmullo del amor.
Entre mi corazón -el desdeñoso-,
la luna, un retrato, uno o dos nombres,
el desamor también en mi cloaca.
En mi corazón la raíz del insomnio y de la ira.
Entre mi corazón, hecho de fiebre,
mi soledad y mis hermanos.
Entre mi corazón la pesadilla y el infierno,
allí la leve dicha y la esperanza.
Entre mi corazón alucinado, insecto de la noche,
la ebriedad del instante,
la revelación y la pureza,
el abatimiento en mi más roja entraña,
el estupor y el entusiasmo en mi silencioso corazón.
Entre esta oscura claridad, entre este vértigo,
todo mi pavor, toda mi pena,
todo el desprecio entero y el amor,
toda la embriaguez y la locura.
Nunca ninguna fe en mi corazón ansioso.
Ay, mi delirante corazón,
ay mi corazón sin asidero.


OTRA ARTE POÉTICA UNA: EL TIEMPO

Sobre la geometría del tiempo este poema que recorre la fría piel de los minutos que ni esperan ni acosan,
sobre la línea de los días sembrados en la metálica luz de los muertos, florecidos a punta de tanta vida que recorre sus venas de clepsidra.
Sobre el tiempo este poema asomado de reojo a la muerte,
sobre el tiempo hermano de la nada,sobre el tiempo ingrávido gravitando sobre mi cabeza y sobre la cabeza de mi hermano,
sobre el tiempo este poema,
sobre el tiempo que camina por encima de las aguas y pasa a través de los blancos jardines de yeso de las regiones del norte,
sobre el tiempo olvidado de los juegos de la tortuga y Aquiles,
sobre el tiempo despiadado el asombro impotente del poema,
sobre el silencio que es la música del tiempo terminado y constante y exacto,
teorema de las flores que nacen medidas por el día,
teorema del deseo y la culpa capturados en el largo insomnio de la noche puntual,
de la agorera, lenta noche,
sobre el tiempo inmensurable, midiendo el cambio de piel de las serpientes,
sangrando sobre la sombra del olvido,
sobre el tiempo este monótono poema,
sobre el tiempo que continúa más allá de la vana palabra del poema.

Poema del libro Tratado de retórica (1978).



 






lunes, 24 de julio de 2023

Agroforestería


IDEAS PARA ACERCARSE 

A LA AGROFORESTERÍA

 COMO DISCIPLINA Y PRÁCTICA

 

El origen de la agricultura se remonta a más de 12.000 años, cuando tribus de humanos comenzaron a cultivar de forma aislada en diferentes lugares del mundo, y fueron combinando la recolección y caza con la domesticación de plantas y animales. El fuego fue una de las herramientas que los humanos utilizaron para fortalecer sus capacidades en la agricultura, primero cortaron la vegetación y luego hacían quemas para limpiar pequeñas áreas del bosque, cultivar y finalmente se abandonan cuando reducen su productividad (Naithani, 2021), esta práctica en la actualidad se conoce cómo agricultura de tumba y quema.

La transición entre la recolección y caza (característico de las tribus nómadas) hacia la agricultura no tuvo un camino fácil y rápido. En el intermedio los humanos se pudieron haber encontrado con fracasos resultado del desconocimiento de aspectos biológicos, climáticos y físicos del medio donde habitaban. Además, se ha comprobado que la estrategia de caza y recolección es de menor desgaste e inversión de recursos respecto a la agricultura (Naithani, 2021). Por tanto, la transición más que voluntaria fue obligada, por los efectos del cambio climático, que modificó los ciclos y disminuyo la vegetación y presencia de animales. Esto obligó a los humanos a permanecer donde había recursos básicos como el agua para emprender la producción de sus alimentos (Balfagon, 2022; Gordon & Kegan, 1930).

Durante la transición se empieza a vislumbrar dos escenarios que posteriormente se especializan y van a agrupar varias disciplinas, por un lado, se encuentra la agricultura y por otro la silvicultura. De acuerdo con la RAE la agricultura es el “Conjunto de técnicas y conocimientos relativos al cultivo de la tierra.(RAE, 2023a) y la silvicultura es el “Conjunto de técnicas y conocimientos relativos al cultivo de los bosques o montes.(RAE, 2023c).

La silvicultura tiene su origen en las escuelas europeas de la segunda década del siglo XVII, promovida por el interés de aprovechar los recursos naturales de los bosques para la construcción. La necesidad de mantener las flotas de las Armadas hizo que Alemania promoviera la Silvicultura (Baker et al., 2009; CEDRRSSA, 2003). Alrededor del mundo hay evidencia sobre el manejo dado por comunidades indígenas a especies como mango (Mangifera sp), castaño (Castanea sp), entre otras. Asimismo, la construcción de herramientas, puentes, botes y refugios de madera (Baker et al., 2009). Hoy, disciplinas como la Ingeniería Forestal y afines se distribuyen alrededor del mundo.

De acuerdo con lo anterior, se tiende a mantener la separación entre agricultura y silvicultura, dejando a un lado al conjunto de interacciones que se da entre los dos escenarios. Dicha interacción en la actualidad ha tomado el nombre de agroforestería, definido de manera general por la RAE como “Perteneciente o relativo a las plantaciones agrícolas y forestales.(RAE, 2023b).

Actualmente, definiciones de agroforestería encontramos tantas como autores o investigadores consultemos, no obstante, en las siguientes se condensa de forma general el marco teórico que la envuelve.

De acuerdo con Somarriba (1990) la agroforestería “es una forma de uso de la tierra que satisface cinco requisitos: 1) es una forma de cultivo múltiple, 2) al menos uno de los componentes es una leñosa perenne, 3) los componentes interactúan biológicamente, 4) al menos uno de los componentes es una especie manejada con fines agrícolas y 5) existen al menos dos especies vegetales”

Por su parte, Krishnamurthy & Ávila (1999) menciona que “La agroforestería se refiere a una amplia variedad de sistemas de uso de la tierra donde los árboles y arbustos se cultivan en una combinación interactiva con cultivos y/o animales para múltiples propósitos y se considera como una opción viable para el uso sostenible de la tierra.

Agroforestería es una palabra nueva para la antigua practica de cultivar plantas leñosas con cultivos agrícolas y/o ganado en un mismo espacio. La agroforestería es diferente de la suma de los dos principales componentes: agricultura y silvicultura porque se forma el sistema agroforestal. Es por eso por lo que la agroforestería, aunque no sea nueva en sí misma, requiere nuevas estrategias y tecnologías en comparación con la agricultura y la silvicultura tradicionales o modernas (Agroforestry Systems, 1982).

El avance hacia la especialidad cada vez más fuerte, ha llevado a la aparición de disciplinas que se encargan de aspectos puntuales de áreas de conocimiento muy grandes (Bertalanffy, 2021). La agricultura y la silvicultura son áreas que se encargan del manejo de cultivos agrícolas y en el manejo de cultivos de árboles respectivamente. Cada una en su campo ha generado conocimiento y agrupa disciplinas que contribuyen a la producción de insumos y alimentos indispensables para la humanidad.

La agroforestería ha estado presente como practica (sin la denominación actual) asociada a la fase de transición donde se combinó la recolección y aprovechamiento de la madera, frutos, resinas y demás productos del bosque, con la domesticación de animales y plantas. Es así como la agroforestería, la agricultura y la silvicultura evolucionaron simultáneamente y da forma a lo que actualmente se denomina sistemas agroforestales, que permanecieron a lo largo del tiempo y han retomado importancia desde el siglo pasado. Practicas muy antiguas como la tumba y quema, la inclusión de árboles frutales o maderables han permanecido a lo largo de la historia.

De acuerdo con los postulados de Morin (2009) y Bertallanffy (2021), la Ingeniería Agroforestal es una disciplina generalista u holista, que ve más allá de los componentes de agricultura y silvicultura y su objeto de estudio y trabajo es el sistema agroforestal. En dicho sistema se dan interacciones de variada complejidad, las cuales deben ser gestionadas para favorecer la sostenibilidad. Agroforestería es una aproximación interdisciplinaria a un sistema de uso de la tierra, en el cual se requiere tener conciencia de las interacciones y el medio ambiente, y entre la demanda y disponibilidad de recursos para la toma de decisiones sobre optimización y el manejo sostenible en lugar de explotación intensiva (Agroforestry Systems, 1982; Jiménez & Vargas, 1998). En este tipo de sistemas el todo (sistema agroforestal) no es igual a la suma de sus partes (Bertalanffy, 2021)

En este orden de ideas, Ingeniería Agroforestal no es la suma de Ingeniería Agronómica e Ingeniería Forestal, sino una disciplina o palabra de reciente formalización para un conjunto de conocimientos y técnicas antiguas, tiene su propia estructura conceptual y apropia el acumulado de conocimientos y practicas generado a lo largo de la historia. Asimismo, apropia avances de la Ingeniería Agronómica y Forestal, no obstante, siempre se tiene en mente que el rendimiento y requerimientos de cultivos aislados (monocultivos) son diferentes a cuando son componente de un sistema agroforestal. Por ejemplo, el rendimiento de un cultivo de maíz (monocultivo) es diferente cuando se ubica como componente de un sistema agroforestal, ya que la intensidad de la sombra, humedad, microclima, entre otros, resultado de las interacciones modifica las condiciones donde se desarrollan las plantas. Similar situación, se encuentra cuando una especie leñosa (árbol) es un componente de un sistema agroforestal. Los resultados obtenidos para cultivos aislados o en ambientes controlados no son directamente aplicables a componentes de sistemas agroforestales.

Ingeniería Agroforestal en sintonía con lo planteado por Capra (2006) es una carrera holística que marcha en sentido opuesto a la actual tendencia de estudiar o investigar fenómenos como situaciones aisladas, carentes de interacciones. Se encarga de analizar sistemas complejos, donde no solo se tiene la presencia de árboles, cultivos y condiciones biofísicas, sino que también tiene en cuenta, las personas que son quienes directamente gestionan el sistema agroforestal (Jiménez et al., 2001; Pezo & Ibrahim, 1998). Es una forma de pensar y actuar holística que agrupa otras disciplinas como Ingeniería Agronómica y Forestal.

El estado juvenil de la disciplina y la baja difusión del concepto de agroforestería ha hecho común afirmaciones en ámbitos académicos y laborales que carecen de fundamento. En algunos casos se escucha que la agroforestería no es más que la integración del quehacer de un Ingeniero Agrónomo y un Ingeniero Forestal, conllevando a decir, no son agrónomos ni forestales, con las consecuentes afirmaciones erróneas acerca de las habilidades en uno o en otro sentido. De la misma forma, se asume que el plan de estudios del programa de Ingeniería Agroforestal se compone únicamente de dos grupos fuertes: cursos de ingeniería agronómica y cursos de Ingeniería Forestal.

En Colombia la agroforestería se formaliza como disciplina en la década de los 90s con la implementación de Ingeniería Agroforestal en la Universidad de Nariño (feb, 1993), Universidad Tecnológica del Chocó (7 de enero de 1994) y posteriormente en la UNAD y Unitrópico (2006). A nivel de disciplina formal Ingeniería Agroforestal en Colombia es joven con 30 años desde su implementación.

Los sistemas agroforestales agrupan muchas interacciones entre sus componentes, lo que los convierte en complejas estructuras de gestión que requieren de conocimientos y habilidades particulares y diferentes a los aplicados en otros sistemas de producción. La realidad actual exige una visión holística – sistémica que permita mantener el equilibrio ecológico y la vinculación con el sector de servicios y comercio. Un sistema agroforestal y la agroforestería agrupa conceptos de agricultura y silvicultura adaptándolos a la realidad compleja de las interacciones.

A manera de conclusión, se resalta que la Ingeniería Agroforestal como disciplina formal es reciente comparado con Ingeniería Agronómica y Forestal. Pero como concepto y practicas es tan antigua o más que la agricultura. Si se asume la tendencia de cada vez más especialización de las disciplinas, se puede notar que Ingeniería Agroforestal se opone, al ser holística e interdisciplinar y transdisciplinar.  

Con esta breve presentación de ideas sobre agroforestería, se espera promover la reflexión y critica sobre la agroforestería y la Ingeniería Agroforestal en la comunidad académica de Unitrópico. Se trata de ideas que pueden ser vistas desde otras perspectivas y enriquecer la discusión y la construcción de Programa para aportar a la región.

 

Ildefonso Narvaez Ortiz

https://orcid.org/0000-0002-4988-8886

Ingeniero Agroforestal, Profesor del Programa de Ingeniería Agroforestal Unitrópico

 

Para la construcción del documento se conto con las revisiones, comentarios y sugerencias de profesores, estudiantes y egresados del programa de Ingeniería Agroforestal. Especialmente se extiende agradecimiento a Jorge Vélez Lozano (Director del Departamento de recursos naturales y sistemas agroforestales – RENSAF, Universidad de Nariño) y Sandra Lizbeth Barrera (egresada y profesora, Unitrópico).

Referencias bibliográficas

Agroforestry Systems. (1982). What is Agroforestry? Agroforestry Systems, 1(1), 7–12. https://doi.org/10.1007/BF00044325

Baker, P., Wilson, J., & Gara, R. (2009). Silviculture Around the World: Past, Present, and Future Trends. In R. Hudson (Ed.), Management of Agricultural, Forestry, and Fisheries Enterprises (Vol. 2, pp. 114–128). UNESCO - EOLSS.

Balfagon, D. (2022). La Teoría del Oasis y el Antropoceno | iAgua. Septiembre, 2022. https://www.iagua.es/blogs/david-balfagon/teoria-oasis-y-antropoceno

Bertalanffy, L. (2021). Teoría general de los sistemas (24th ed.). Fondo de Cultura Económica.

Capra, F. (2006). La trama de la vida (2nd ed.). Anagrama.

CEDRRSSA. (2003). Silvicultura, Una Opción Para El Desarrollo Económico. CEDRRSSA - Cámara de diputados LXIII legislatura.

Gordon, V., & Kegan, P. (1930). The most ancient east:  oriental prelude to european prehistory. Antiquity, 4(14), 247–249. https://doi.org/10.1017/S0003598X00004555

Jiménez, F., Muschler, R., & Köpsel, E. (Eds.). (2001). Funciones y aplicaciones de sistemas agroforestales, Colección de módulos de enseñanza agroforestal, Módulo N° 6. (1st ed., Vol. 1). Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza CATIE, Costa Rica.

Jiménez, F., & Vargas, A. (Eds.). (1998). Apuntes de clase del curso corto: sistemas agroforestales (3rd ed.). Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza CATIE, Costa Rica.

Krishnamurthy, L., & Ávila, M. (1999). Agroforestería básica (1st ed.).

Morin, E. (2009). Introducción al pensamiento complejo. Gedisa.

Naithani, S. (2021, June 8). The Origins of Agriculture. Oregon State University. https://open.oregonstate.education/cultivatedplants/chapter/agriculture/

Pezo, D., & Ibrahim, M. (1998). Sistemas silvopastoriles, Colección de módulos de enseñanza agroforestal, Módulo de enseñanza agroforestal N° 2. (1st ed.). Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza - CATIE, CR.

RAE. (2023a). Agricultura. https://dle.rae.es/agricultura

RAE. (2023b). Agroforestal. https://dle.rae.es/agroforestal

RAE. (2023c). Silvicultura. https://dle.rae.es/silvicultura

Somarriba, E. (1990). Qué es agroforestería. El Chasqui, 24, 5–13.