De la casa de las preguntas a un diario de campo,

O una crisis más de una "medellinitis"

Al llegar a Unitrópico recordé la biblioteca laboratorio de la Escuela Interamericana de Bibliotecología de la Universidad de Antioquia. Mi compromiso con las bibliotecas populares me impidió permanecer por largos períodos en sus instalaciones. No olvidaré que las asambleas estudiantiles de la Escuela se realizaban en la biblioteca laboratorio, también los recitales y las conferencias. Por allí dí mis primeros pasos como conferenciante, desde esta tribuna hablé de Fernando González, tildado el filosofo de Otraparte,  como un extraordinario promotor de lectura con el apoyo de Luis German Sierra el promotor cultural del sistema de bibliotecas nuestra alma mater. Evoqué mucho mis días de estudiante universitario y, me taladró aquella frase lapidaria desde la academia: "O trabaja o estudia, pero las dos no se puede". al graduarme sentí que esa frase me la quitaba de encima y la arrojaba al caño de las aguas pasadas...

 

La biblioteca universitaria es un desafío para quien ha participado en la constitución del tejido social de las comunidades barriales de una ciudad convulsa, contradictoria, dinámica, pujante, parecida al fuego... lo que se cuece en Medellín no se cuece en ninguna otra parte. El portar la credencial de egresado de la Universidad de Antioquia me abre las puertas allí donde voy con el cuento de la lectura, los libros y las bibliotecas; pero era consciente de que esos tres argumentos no eran suficientes para orientar una biblioteca universitaria en una Fundación cuya características coincidían con esa tierra que me hizo bibliotecario y ciudadano del mundo... lo primero que hice fue bautizar la biblioteca como LA CASA DE LAS PREGUNTAS.... con los días empecé un diario de campo que lo subtitulo EL CUADERNO DE LAS PREGUNTAS SIN RESOLVER.

La gran pregunta, como si fuera a escribir una monografía, era y es, pues no ha perdido vigencia dado que  la misión de una biblioteca es encontrar respuestas a las preguntas de cada día. Es un modo de evitar los estragos de la rutina y de explorar los reinos de la cotidianidad. No hay tal sinonimia entre estos dos términos: rutina y cotidianidad. Mientras que la rutina lastra, la cotidianidad desafía. Cuando la rutina seca la cotidianidad hierve como el agua, o arde como el papel a Fahrenheit 451.

Mural que la primera promoción de biología
 regaló
 a la Fundación en las paredes de la cafetería

En muchos momentos me he puesto en los zapatos de los estudiantes y me pregunto sobre:

•  la información que consumen y la información que les exige el perfil ocupacional de la profesión para la cual se preparan
• la información que deben seleccionar en el ejercicio de sus labores académicas
• los indicadores que caracterizan y avalan la calidad de la información
• la circulación de la información y sus características: vigencia, pertinencia, oportunidad, traza 

Algunos leen hoy en Yopal la novela colombiana de las novelas colombianas, es decir, a CIEN AÑOS DE SOLEDAD. Con Lina y David conversamos sobre el papel que juegan las bibliotecas en la toma de decisiones. Es una pelea contra el calor. Leer por encima de los 30° centigrados implica una motivación muy alta para llevar a cabo