SILENCIO, POR FAVOR
El Silencio es necesario para que organicemos mejor nuestras ideas, para que leamos o estudiamos con un nivel de concentración más alto y, en todo caso para que nos escuchemos mejor a nosotros mismos. Para muchos el silencio tiene muchas definiciones. Por ejemplo, se calla para evitar herir a alguien. Se calla para prevenir la vinculación a un problema. A veces también callamos para descansar, suele suceder después de las fiestas muy ruidosas. Para los místicos el silencio les permitía escuchar su voz interior. Hoy buscamos el ruido para ahogar esas voces que perturban nuestras cotidianidades.
Queda la pregunta si debemos continuar observando el silencio en los reglamentos de las bibliotecas.
Consultar en el siguiente enlace nos ayuda a comprender los por qué y los cuándo de las normatividades. Ayuda mucho que leamos los estatutos de otras instituciones que podrían convertirse en nuestros referentes. Las lógicas del mundo actual nos presionan hacia mundos cambiantes; pero ¿Contamos con criterios para la convivencia donde justifiquemos la práctica del silencio?
Debemos definir para qué nos sirve el silencio en las bibliotecas y cuál es el tipo de silencio que hemos de observar. Desde lo obvio caminamos hacia lo complejo.
Para rener presente: http://www.unitropico.edu.co/index.php/normatividad/reglamentos/reglamento-biblioteca
Del canta autor argentino Athahualpa Yupanqui, (Atahualpa Yupanqui (en quechua, el que viene de lejanas tierras para decir algo), seudónimo de Héctor Roberto Chavero Aramburu1 (Juan A. de la Peña, partido de Pergamino, Argentina, 31 de enero de 1908 – Nîmes, Francia, 23 de mayo de 1992), fue un cantautor, guitarrista, poeta y escritor argentino). la letra de su canción, clásica del folclor sureño:
Le tengo rabia al silencio
Le tengo rabia al silencio
Le tengo rabia al silencio
por todo lo que perdí.
Que no se quede callado
Quien quiera vivir feliz.
Un día monté a caballo,
Y en la selva me metí,
Y sentí que un gran silencio
Crecía dentro de mí.
Hay silencio en mi guitarra
Cuando canto el yaraví,
Y lo mejor de mi canto
Se queda dentro de mí.
Cuando el amor me hizo señas,
Todo entero me encendí.
Y á fuerza de ser callado,
Callado me consumí.
Le tengo rabia al silencio
Por todo lo que perdí,
Que no se quede callado
Quien quiera vivir feliz.
Él HACEDOR DE SILENCIOS
Por
Luis Emiro Álvarez
Para él que viene de lejanas tierras
para decir algo...
Cantor de silencios
voz quechua
callabas para ocultar
tesoros amerindios
Cuzco o Quito
la cuna de alguien rebelde
cuya arma fue el silencio.
Silencio que da autoridad
que da respeto
que da hidalguía;
silencio que nos dió un Athahualpa
un Athaulapa que nos dió su silencio.
Silencio
en Cajamarca, su última morada
Silencio
indígena que taladra memorias
Silencio
que sirves en bandeja de plata
tus víctimas
dejamos cantar con Yupanqui
otra voz quechua
PARA PENSAR:
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