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jueves, 10 de octubre de 2019

Mujeres que escriben poesía - un catálogo inconcluso



ELLAS ESCRIBEN CARTAS DE AMOR


por

REINA MARÍA RODRÍGUEZ

Escriben hasta que se acabe la luz
hasta que se apague la llamita.

Escriben en los baños en las oficinas
escondidas de los maestros y de las ratas.

Escriben todavía sin descanso
para acostar en el fondo de los baúles
cositas muertas las letras pegadas al papel
la sofisticación de las palabras
que quisieron hacer
alguna travesía nunca exacta.

Ellas escriben cartas de amor con preámbulos
papelitos puestos una y otra vez
de manera diferente
lanzados desde el globo de la astucia como una queja

Desde el hospital desde el castillo
donde aparecen las sombras que no pudieron asirse
con tanto temor con bajar de un pedestal húmedo

Sonámbulas ellas escriben
sin otra técnica que un corazón ligeramente corrompido
con las feroces garras de los años sin acontecimientos

Arrancando un deseo profano por la máquina de escribir
por la tinta azul petrificada en las noches de espera

Ellas escriben para convencer a alguien
para convencer a una sola persona
que tal vez no ha venido
o se ha perdido definitivamente







BESOS 



Hay besos que pronuncian por sí solos
la sentencia de amor condenatoria,
hay besos que se dan con la mirada
hay besos que se dan con la memoria.

Hay besos silenciosos, besos nobles
hay besos enigmáticos, sinceros
hay besos que se dan sólo las almas
hay besos por prohibidos, verdaderos.

Hay besos que calcinan y que hieren,
hay besos que arrebatan los sentidos,
hay besos misteriosos que han dejado
mil sueños errantes y perdidos.

Hay besos problemáticos que encierran
una clave que nadie ha descifrado,
hay besos que engendran la tragedia
cuantas rosas en broche han deshojado.

Hay besos perfumados, besos tibios
que palpitan en íntimos anhelos,
hay besos que en los labios dejan huellas
como un campo de sol entre dos hielos.

Hay besos que parecen azucenas
por sublimes, ingenuos y por puros,
hay besos traicioneros y cobardes,
hay besos maldecidos y perjuros.

Judas besa a Jesús y deja impresa
en su rostro de Dios, la felonía,
mientras la Magdalena con sus besos
fortifica piadosa su agonía.

Desde entonces en los besos palpita
el amor, la traición y los dolores,
en las bodas humanas se parecen
a la brisa que juega con las flores.

Hay besos que producen desvaríos
de amorosa pasión ardiente y loca,
tú los conoces bien son besos míos
inventados por mí, para tu boca.

Besos de llama que en rastro impreso
llevan los surcos de un amor vedado,
besos de tempestad, salvajes besos
que solo nuestros labios han probado.

¿Te acuerdas del primero...? Indefinible;
cubrió tu faz de cárdenos sonrojos
y en los espasmos de emoción terrible,
llenáronse de lágrimas tus ojos.

¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso
te vi celoso imaginando agravios,
te suspendí en mis brazos... vibró un beso,
y qué viste después...? Sangre en mis labios.

Yo te enseñé a besar: los besos fríos
son de impasible corazón de roca,
yo te enseñé a besar con besos míos
inventados por mí, para tu boca.




DE CADA INSTANTE


Amor de cada instante...
duro amor sin delicias: cadena, cruz, cilicio,
gloria ausente, esperada,
gozo y tortura a un tiempo;
realidad de los siglos, gracias por ser y estar
en el nunca y el siempre.

Pues mi ejercicio, ahora, es amarte en la ausencia
y aferrarme a esta nada porque también es tuya
y beber ese polvo de soledad y vacío
que es Tu don del momento y Tu clara promesa.

Y por eso me obstino contra lo más cercano,
huyendo de lo fácil -metal a flor de agua-,
y si acepto por Ti lo que todos entienden,
por Ti también me acojo a lo que nadie sabe.

Y así voy caminando por este desconcierto
oscuro y luminoso, por este amor amargo,
veteado de gloria...


El mar no es más que un pozo



El mar no es más que un pozo de agua oscura,
los astros sólo son barro que brilla,
el amor, sueño, glándulas, locura,
la noche no es azul, es amarilla.

Los astros sólo son barro que brilla,
el mar no es más que un pozo de agua amarga,
la noche no es azul, es amarilla,
la noche no es profunda, es fría y larga.

El mar no es más que un pozo de agua amarga,
a pesar de los versos de los hombres,
el mar no es más que un pozo de agua oscura.

La noche no es profunda, es fría y larga;
a pesar de los versos de los hombres,
el amor, sueño, glándulas, locura.






AJEDREZ 



Porque éramos amigos y, a ratos,
                                        nos amábamos;
quizá para añadir otro interés
a los muchos que ya nos obligaban
decidimos jugar juegos de inteligencia.

Pusimos un tablero enfrente de nosotros:
equitativo en piezas, en valores,
en posibilidad de movimientos.
Aprendimos las reglas, les juramos respeto
y empezó la partida.

Henos aquí hace un siglo, sentados,
meditando encarnizadamente
cómo dar el zarpazo último que aniquile
de modo inapelable y, para siempre, al otro.




EL DULCE MILAGRO


¿Qué es esto? ¡Prodigio! Mis manos florecen.
Rosas, rosas, rosas a mis dedos crecen.
Mi amante besóme las manos, y en ellas,
¡oh gracia! brotaron rosas como estrellas.

Y voy por la senda voceando el encanto
y de dicha alterno sonrisa con llanto
y bajo el milagro de mi encantamiento
se aroman de rosas las alas del viento.

Y murmura al verme la gente que pasa:
«¿No veis que está loca? Tornadla a su casa.
¡Dice que en las manos le han nacido rosas
y las va agitando como mariposas!»

¡Ah, pobre la gente que nunca comprende
un milagro de éstos y que sólo entiende,
que no nacen rosas más que en los rosales
y que no hay más trigo que el de los trigales!

que requiere líneas y color y forma,
y que sólo admite realidad por norma.
Que cuando uno dice: «Voy con la dulzura»,
de inmediato buscan a la criatura.

Que me digan loca, que en celda me encierren,
que con siete llaves la puerta me cierren,
que junto a la puerta pongan un lebrel,
carcelero rudo, carcelero fiel.

Cantaré lo mismo: «Mis manos florecen.
Rosas, rosas, rosas a mis dedos crecen».
¡Y toda mi celda tendrá la fragancia
de un inmenso ramo de rosas de Francia!





→⇭  ORTIZ, Sandra
Mariposas de la libertad: Mujeres constructoras de paz [Reseñas biográficas de mujeres en las letras regionales] / Sandra Ortiz y Martha Ordoñez -- Tunja:  Búhos Editores; Cámara de Representantes, 2015

       104p.:il.byn, il.color  

 Contenido: Mujer andina: Ana María Giraldo Gómez -- Jennifer Gaona Silva -- Johana Ortiz -- Andrea Carolina Archila Álvarez -- Nelly González -- Nelly Antonia Velandia Avendaño -- Nubia Yineth Piñeros Castro-- Región Insular: Samia Fakih -- Aminta Diana Robinson Archbold -- Región de la orinoquia: Génesis Andrea Quintero Pérez -- Lorena María Vargas Villamil -- Pilar León -- Región Caribe: María Elvira Villafae Izquierdo --Shirley del Socorro Navarro Pérez -- Vilma García de Soto -- Zainub María de la Barrera Blanquicet -- Karem Judith Labrador Araújo -- Región Amazónica: Amelia Arbeláez Bernal -- María Miralba Ibarra Fernández -- Rosalba Jiménez Amaya -- Región Pacífico: Ana Milena Muñoz Conejo --Daira Elsa Quiñones -- Ketty Francisca Valoyes Hurtado -- María Fanny Medina Fernández -- Nigeria Rentería Lozano 

1. MUJERES DE COLOMBIA - RESEÑAS BIOGRÁFICAS
2. PERFILES DE LIDERAZGO
I.   ORTIZ, Sandra
II.   ORDOÑEZ, Martha
III.  Tit. 

  
920. 09
M342


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