Para el mes de abril de 2025, la reflexión sobre el hacer bibliotecario en escenarios cambiantes, desfiantes y promisorios, bien vale pensar sobre esa silenciosa combustión espiritual a la que las bibliotecas, sea cual sea su tipología, nos vemos abocados.
COMBUSTIÓN BIBLIOTECARIA
1
Hay locos para cada tema y temas para cada loco.
Hay plumas para cada asunto y hay asuntos para cada pluma.
Hoy puede ser otro día de las letras humanas,
pero también es
humano para cada letra.
Incumbe entonces
aprender de las lógicas de la siembra,
por ejemplo, los tiempos de cada cultivo, se respetan y no
se alteran.
Hay locos para cada tema y hay temas para cada loco.
Así debe pensar hoy la cordura.
El papel de los
cambios nos distingue lo perenne de lo efímero.
Hay plumas para cada
asunto y hay pizarras
que huellan los pasos y las vacilaciones de la confianza.
Vea pues, pregunta,
¿Qué le tengo que aprender a la vocación de la guardia
suiza?
Piensa sobre lo bibliotecario y lo que le queda de ello,
Hay vigilias para hecho y hay hechos para cada vigilia.
¿Cuál es la nuestra del hoy?
2
El viento nos hace titilar cual llama de una vela.
Bachelard lo sabía: las cercanías al poder
Nos hacen titilar entre la cordura y la beligerancia.
Ahora vuelven vientos que otrora creíamos sin retorno,
Vuelven las inseguridades, las incertidumbres y otras amenazas.
Los guardianes suizos lo saben desde hace siglos,
Saben muchos trucos del custodiar las cercanías al poder,
Contienen riesgos de alto peligro,
Hay que estar atento a la combustión espiritual
Que anima la llama de una vela
Entre el cultivo de la fe y la constitución de redes y
tejidos solidarios,
De aquellas confianzas humanas, cuya incubación surge
Del nido de las contradicciones.
El viento nos hace titilar cual llama de una vela
Entre la combustión espiritual y el cultivo de la fe,
Entre la combustión espiritual y el papel de los cambios
Que nos ilustran lo perenne y lo efímero;
Entre los riesgos de custodiar las cercanías al poder
De cultivar rutinas y cotidianidades de los almácigos
Que acunan las semillas del saber anidadas en las bibliotecas.
Los guardianes suizos saben de los cuidades y las pautas
De la hospitalidad invisible y abstracta, fortaleza ante
todos los formatos.
Que no se nos olvide, Bachelard lo sabía.
El mundo de las letras nos arroja a las cercanías y las
lejanías del poder;
Ahora que vuelven las censuras y otras amenazas
Nos incumbe cultivar la fe
Entre la combustión espiritual de los cambios que nos
señalan
Que es lo perenne y lo efímero.
Luis Emiro Álvarez
Educador, bibliotecario y poeta.
Yopal, abril 23 de 2025
A propósito del día del libro, de los derechos de autor, del bibliotecario y del bibliotecólogo en Colombia, va la siguiente invitación, invitación que no caduca, que será vigente cuando le dediquemos tiempo:
VAMOS A LEER
Por
Luis Emiro Álvarez
UNO
Juntos. Entre uno y otro nos hacemos lectores
Así, poco vamos leyendo
Paso a paso… primero mi casa y
Luego los escenarios ante nosotros
Los escenarios de los sueños
Los escenarios de la vida
Los escenarios del desencanto…
Juntos vamos a leer
Que es otro modo de conversar,
Que es otro modo de soñar
Que es otro modo de creer
Que es nuestro modo de escribir
Hoy
vamos a leer nuevos mundos
Para que seamos los bibliotecarios
Que el mundo necesita.
DOS
Entre
todos nos vamos volviendo lectores,
(Y
ojalá buenas personas.
Muchos
colocan los deseos entre paréntesis).
Para
eso leemos, para soñar
Que
entre todos nos vamos leyendo lectores
Es
posible que seamos
Los
nuevos defensores de la buena fe
¿Quién
quita?
Entre
todos unos leemos y otros escuchamos
Es
mas dulce la jornada cuando tejemos una red
Hacemos
más amable el mundo
A
los nuevos lectores y a los nuevos pensadores.
Entre
lo sencillo y lo complejo,
Entre
la evidencia y el resultado,
Entre
el pensamiento y el conocimiento,
Nos hacemos bibliotecarios.
TRES
Juntos
vamos a leer las ideas
Las
mas nuevas y las más antiguas,
Las
ideas de todos los tiempos,
Las
ideas efímeras, ideas clasificables,
Ideas
catalogables, ideas indicativas,
Sagradas,
sacrílegas, evasivas, eternas
Blasfemas,
contradictoras, tendenciosas…
Vamos
a leer tus ideas y las mías,
Las
de él y las de ellas, y las de todos.
Es
oportuno decir que también
Leeremos
las ideas anónimas
Esas
ideas que el miedo rige
(Los
autores anónimos se esconden para lanzar piedras
A
veces con intenciones oscuras
A
veces con intenciones ahogadas
A
veces no son ideas, son aullidos) …
Y
todas esas ideas
Nos
hacen bibliotecarios
Y
luego, muy luego vienen con los títulos.
CUATRO
Juntos
vamos a leer ¿Cierto?
Juntos
vamos a leer letras unidas y sueltas
Artísticas
y rústicas
Góticas
y clásicas
Para
hacer de la palabra,
Ese instrumento
inherente que nos hace humanos.
Vamos
a leer tus letras y las ajenas
Vamos
a leer como el futbolista
Que
lleva la pelota
Y
apunta con precisión
a
objetivos alcanzables y certeros
Para
eso vamos a leer
Para
convertirnos en las nuevas páginas del futuro,
Es decir,
Para
erradicar la incertidumbre
Que
nos hace bibliotecarios.
CINCO
Juntos
vamos a leer algunas páginas,
Pueden
que sea obvias, u oscuras, o erráticas
Contradichas
o contradictorias.
Prefiero
páginas afables, conciliadoras,
Ilustrativas
y memorables;
Es
imposible evitar las panfletarias.
Toca
enfrentar las ideas difamadoras y las cínicas
Nos
toca leerlas…
Nos
obliga leer las páginas contractuales
Nos
pautan las páginas normativas y canónicas,
Pero
me hacen soñador y jardinero
Las
loas, los madrigales y las canciones.
Con
ellas recupero dignidades
Revindico
sueños
Y
pregunto ahora que el bibliotecario las seleccionará
¿Cuáles
conservará?
SEIS
Vamos
a leer las preguntas y sus artes.
Las preguntas sin
dueños y sin voceros,
Las preguntas de la
ciencia y de la fe,
Las preguntas de la
cultura y de la civilización,
Y las preguntas sobre
las preguntas…
Vamos a leer las
preguntas que pregonan
O protestan o
cuestionan;
También hay preguntas
dogmáticas,
Esas que apabullan u
obligan a silencios asesinos.
Juntos vamos a leer
las preguntas que no han sido resueltas
Clasificaremos
aquellas que nunca se van a resolver
De las preguntas del
amor
De las preguntas del
adiós
De las preguntas de
la vida…
Para cuidar las
preguntas de la historia
Nos hacemos
bibliotecarios.
SIETE
Juntos
vamos a leer novelas, muchas novelas.
Cuentos,
los cuentos de todos los tiempos
Coplas,
las coplas de todos los pueblos
Leeremos
sus mitologías y sus epopeyas,
Para
comprender sus pesadillas,
Sus
sueños, sus glorias y sus penas.
Juntos
vamos a leer ensayos,
vamos
a leer ensayos que arguyen
Que
sustentan, que contradicen,
Que impugnan,
que desmienten,
Leeremos
ensayos que sirven
para
muchos intereses.
También
vamos a caricaturizar
Como
un día corregimos.
Juntos
vamos a leer para leernos
Pues
nos toca acunar desde la incertidumbre
La
esencia de las preguntas.
La
pregunta de las inacabadas ciencias.
Las
preguntas de los riesgos.
Las
preguntas de los errores.
Las
preguntas de Mafalda, es decir,
Las
preguntas de los niños.
No
siempre el bibliotecario haya la respuesta.
OCHO
Juntos vamos a leer
Para
aprender a desaprender
Como
un día aprendimos a leer para orar,
Aprendimos
a leer para soñar,
Aprendimos
a leer para opinar,
Aprendimos
a leer aquellas noticias
Que
el viento desempolva cada cuánto.
Juntos
vamos a leer
Para
aprender que somos falibles,
Algo
así como hijos del error;
Algo
así como seres perennes en construcción…
Vamos
a leer cuando
Nos
comprendemos inacabados,
Es
decir,
Propensos
al error, al ego, al lobo,
Propensos
al olvido de qué es ser bibliotecario.
NUEVE
Hipatia,
Paul Groussac, Jorge Luis Borges, María Moliner,
Tantos
otros de otras dimensiones vengan:
Juntos
vamos a leer.
Irene
Vallejo, amanuense de la bibliología
Alberto
Manguel, amanuense de la lectura
Fernando
Baez, notario de la bibliocastia,
Juntos
vamos a leer
En
esa wikilandia de la que pregona Gabriel Zaid,
Juntos
vamos a leer
El
antes, el durante y el después
De
este inmemorable oficio:
Cuidar
y cuidar y cuidar
Los
soportes materiales, tangibles y virtuales
De
las palabras hechas saber.
Para
eso somos bibliotecarios.
Vengan
Tantos
otros de otras dimensiones
Juntos
vamos a leer
Cómo
cuidar el universo de las ideas,
El
mundo nos necesita.
DIEZ
Juntos vamos a leer
Las
historias que más podamos
Antes
que los dispositivos móviles
Sufran
algún percance del cual no tengamos
Salvaguarda
o seguros, o respaldo u otras copias…
A
los creadores de todos los tiempos
Se
les pasa por alto
Que
el viento, la lluvia, el sol y el fuego
Sólo
son leales a la naturaleza madre
De
la cual emanan.
Si
leemos esas historias protegeremos
El
saber humano de todos los tiempos…
Aprendemos
a cuidarlos, incluso de nosotros mismos.
Por
eso, Juntos vamos a leer
Cómo
cuidarlos ahora que somos
Conscientes
de su valor
Incalculable
aún en su esencia vulnerable,
Como el oficio del bibliotecario.
ONCE
Juntos
vamos a leer
A
leer códigos, señales, convenios
A
leer leyes, leyes, leyes…
Pautas,
acuerdos, ordenanzas,
Señaléticas,
Signos
de puntuación
Hasta
que la vista lo permite.
Juntos
vamos a leer:
A
leer poemas
Y
ojalá a la sombra de árboles frondosos.
A
leer tus cartas y las mías
A
leer las epístolas de los grandes héroes
Y de
los inolvidables villanos:
(Epístolas
que ya no escribimos
Dizque
porque ya no tenemos tiempo);
A
leer que no vamos a leer más
Pues
ya no sabemos para qué es
El
silencio
Y
tampoco sabemos que pasara con el oficio,
Antiguo,
del bibliotecario.
ÑAPA
Entre todos nos vamos volviendo lectores.
Para eso somos bibliotecarios
Unos gavieros entre los bosques
Impresos, digitales y virtuales…
Nos incumbe intuir los nuevos bosques,
Hoy vamos a leer nuevos mundos
Para que seamos los bibliotecarios
Que el mundo
necesita.
Yopal, abril 23 de 2023
Cuando se inventaron las efemérides todos los días son fiesta. Para el oficio del bibliotecario cada asociación nacional ha definido su fecha especial. Pero vale la pena que reconozcamos para quienes existimos, cuál es la esencia de nuestro oficio y para quienes es importantes que en las bibliotecas hayan quienes sirvan a manera de dulces y amigables "guarda bosques"... Viene un nuevo saludo que fue publicado en una sede del SENA en el Valle del Cauca:
DE PROFESIÓN, LECTOR / luis emiro a
Hoy, entiendo a Borges
con su vanidad de haber leído:
se sentía vivir un poco más,
sólo un poco más.
Dicen que Erasmo de Rodertam
dejaba de comer por acercarse a los libros.
Las historias de los bibliotecarios y
la historia de los libreros y
las historias de los editores
cuentan con algo en común:
muchos libros los esperan
y cuentan con su cuidado.
Las mejores lecciones de la paciencia
se desprenden de esas estanterías que esperan
y esperan y esperan a un lector de oficio.
Eso de que El Quijote siempre espera una re-lectura
tiene su saber y su encanto;
cuando uno lo dice desde la primera persona
del singular...¡Dígalo!: "El Quijote hoy me espera"
El quijote espera que lo lea, pues en el colegio lo soporté,
en la universidad lo exhibí y ahora, con los años
me acompaña, ahora, espera estar en las manos
de un lector de oficio.
Hay tantos lectores como intenciones e intereses
y vanidades y acosos y búsquedas y tropiezos.
Una vez te tropiezas con la Biblia,
tu palabra ya no es tu palabra.
Una vez que lees poesía en voz alta,
el viento se declara tu cómplice.
Una vez que te topas con la bibliología,
vuelves a mirar un libro como lo hacen los niños:
preguntando ¿Cómo hicieron este libro?
De un libro de dragones salió un monstruo
e invadió mi mesa de trabajo;
El quijote me persigue,
el álgebra y el ajedrez me asedian,
Rayuela y el Siglo de las luces esperan
y, ahora que aprendí a leer instrucciones
del origami,
los catálogos comerciales los escriben
en mandarín.
Quino, tal vez quería como yo,
ser lector de oficio, cuando dijo que,
"Justo cuando supo
todas las respuestas de la vida
le cambiaron las preguntas".
Luis Emiro, desde Yopal - nov. 2012
Compañeros bibliotecarios:
El sábado 10 de abril, en el marco del Encuentro de Bibliotecarios Populares, comprobé que los pueblos del mundo sobreviviremos si vamos tras los puntos suspensivos de este trasegar y qué tan desventurados son los pueblos del mundo que no escuchan sus propias preguntas, pues estarán vedados para la ciencia y el arte. Paulatinamente los carcomerá el dogma.
1.
Este oficio es uno de los más hermosos del mundo, porque modifica mi mirada sobre el mundocada día. A cada paso mi mirada es nueva y, si quiero, re-vitaliza, me llena de energía para otear el horizonte. Vamos tras los puntos suspensivos de este trasegar.
2.
Este oficio está entre los oficios más perennes que el hombre se haya inventado: Como los atizadores del fuego, como los rompehielos, como los molinos del viento, tal vez imitando a las hormigas, cuidamos la memoria para los que un día también
3.
Este oficio puede llamarse de muchas maneras. Hemos coincido en llamarlo bibliotecario. Pero también somos memoriosos y algo de amanuenses. A veces nos embadurnamos de soberbia, otras nos amilana el apabullamiento, pero pocas ocasiones nos obnubila la desazón: cada vez queremos ver mejor. Vamos tras los puntos suspensivos de este trasegar.
4.
Este oficio nos enseña a leer las almas en sus intenciones, en sus ilusiones, en sus bajezas. Somos humanos. Muchos autores han escrito sobre lo "demasiado humanos". Con seguridad que fueron o convivieron con bibliotecarios de algún lar del mundo: sólo hablan al oído atento del lector los que han escuchado el gran concierto de voces del mundo: una biblioteca. Vamos tras los puntos suspensivos de este trasegar.
5.
Este oficio nos compromete con los poderes del mundo: Enseñar, ayudar, servir. Enseñar, contribuir, velar. Enseñar, planear, hacer. Enseñar, cultivar, sembrar. Enseñar, pensar, discernir. Enseñar, leer, escribir y siempre volver a enseñar, leer, escribir y pensar y siempre volver a... Siempre volver a los puntos suspensivos.
6.
Este oficio nos hace gavieros: aprendemos a ver a través de la bruma marina. A lo lejos vemos cuando lloverá e intuimos los días de sol. También presentimos la hambruna, la injusticia y sus inclemencias. Sabemos de las trampas del azar y sus cegueras. Desventurados los pueblos indiferentes ya que nunca quisieron leer y escribir, es decir, nunca quisieron sentir la vida entre sus venas correr.
Este oficio bibliotecario nos da fuerzas para decir presente, aún desde la ausencia y, se toma para sí la voz del viento y hace eco eco eco ¿lo esta oyendo? Conjeturo que así nacieron las preguntas. Desventurados los pueblos que no escuchan sus propias preguntas, estarán vedados para la ciencia y el arte. Paulatinamente los carcome el dogma.
8.
Este oficio bibliotecario sacude el polvo, la rutina, caza peleas con el día y la noche. Es constante, también con todos sus sinónimos. Es intemporal y afín a todos los vendavales. Desafía cual más los fenómenos de la naturaleza y les arrebata el papel de la memoria... Hypatia tus contemporáneos nunca entendieron para qué la memoria. Desventurados los pueblos que nunca hayan contado con la presencia de una Hypatia.
9.
Este oficio bibliotecario suma, multiplica, potencia voces. Hace tribunas donde otros sólo encuentran tumulto. Sustenta credos donde otros sólo profesan capitulaciones. Si el bibliotecario renuncia, el pueblo peligra y, el silencio que le sigue trae oscuros presagios. Desventurados los pueblos que no cuidan de su memoria, desventurados los pueblos que desprecian a sus bibliotecarios.
10.
Este oficio bibliotecario nos enseña a conocer de polillas, antigüedades e innovaciones. El olfato, el tacto, el oído, el gusto y la visión se adiestran hacia universos inacabados y fabulosos porque leemos y escribimos. Desventurados los bibliotecarios se que vuelven polilla. Desventurados los pueblos que los acogen.
Medellín, parque Biblioteca Belén - Abril 2010
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