nuestra patria
desde la poesía
Veré esa cara de Jorge Gaitán Durán
Voy a vivir contigo y contra ti.
Roma en llamas, la casa de los dos
tiene un cuarto vacío. Nuestro Dios
ha partido. Todo cuanto le di
me comenzó a pesar: mi baladí
fervor de adolescente. Grité: Nos
reclama cada ser; o: Todos los
Hombres son nuestros hermanos. ¡Mentí!
Ahora sé que renegué del cielo
por nada. Inane César, porto el duelo
de un mundo sin amor ni paz ni fe.
Eres cuanto me queda: la postrera
mirada fiel. ¡El terror persevera,
Cara! Cuando me abraces, te veré.
Se juntan desnudos
de Jorge Gaitán Duran
Dos cuerpos que se juntan desnudos
solos en la ciudad donde habitan los astros
inventan sin reposo el deseo.
No se ven cuando se aman, bellos
o atroces arden como dos mundos
que una vez cada mil años se cruzan en el cielo.
Sólo en la palabra, luna inútil, miramos
cómo nuestros cuerpos son cuando se abrazan,
se penetran, escupen, sangran, rocas que se destrozan,
estrellas enemigas, imperios que se afrentan.
Se acarician efímeros entre mil soles
que se despedazan, se besan hasta el fondo,
saltan como dos delfines blancos en el día,
pasan como un solo incendio por la noche.
No pudo la muerte vencerme...
de Jorge Gaitan Durán
No pudo la muerte vencerme.
Batallé y viví. El cuerpo
infatigable contra el alma,
al blanco vuelo del día.
En las ruinas de Troya escribí:
«Todo es muerte o amor»,
y desde entonces no tuve
descanso. Dije en Roma:
«No hay dioses, sólo tiempo»,
y desde entonces no tuve
redención. Callé en España,
pues la voz de la ira desafiaba
al olvido con mis tuétanos,
mis humores, mi sangre; y
desde entonces no ha cesado
el incendio.
De reposo
le sirva tierra extranjera
al héroe. Cante fresca hierba
como abeja del polvo por sus
párpados. Yo no me rindo:
quiero vivir cada día en
guerra, como si fuera el último.
Mi corazón batalla contra el mar.
Si mañana despierto
deJorge Gaitan Duran
De súbito respira uno mejor y el aire de la primavera
llega al fondo. Mas sólo ha sido un plazo
que el sufrimiento concede para que digamos la p
He ganado un día, he tenido el tiempo
en mi boca como un vino.
Suelo buscarme
en la ciudad que pasa como un barco de locos por la noche.
Sólo encuentro un rostro: hombre viejo y sin dientes
a quien la dinastía, el poder, la riqueza, el genio,
todo le han dado al cabo, salvo la muerte.
Es un enemigo más temible que Dios,
el sueño que puedo ser si mañana despierto
y sé que vivo.
Mas de súbito el alba
me cae entre las manos como una naranja roja.
JORGE GAITÁN DURÁN ES
Poeta colombiano nacido en Pamplona, Norte de Santander, en 1924.
Radicado desde temprana edad en Bogotá, inició sus estudios de Derecho sin llegar a terminarlos, debido
a su profunda vocación literaria y a su inquietud viajera. Periodista, cuentista, ensayista, dramaturgo, traductor
y fundamentalmente poeta, enriqueció su educación intelectual en sus prolongadas estadías en el exterior.
El final de su peregrinaje por Europa marcó un cambio que se percibió en su obra poética. La mejor parte
de su producción literaria fue la última, en 1959, cuando escribió textos que se entrecruzaron con «El Libertino
y la Revolución» y «Amantes».
Falleció en un trágico accidente de aviación, en 1962. ©
Radicado desde temprana edad en Bogotá, inició sus estudios de Derecho sin llegar a terminarlos, debido
a su profunda vocación literaria y a su inquietud viajera. Periodista, cuentista, ensayista, dramaturgo, traductor
y fundamentalmente poeta, enriqueció su educación intelectual en sus prolongadas estadías en el exterior.
El final de su peregrinaje por Europa marcó un cambio que se percibió en su obra poética. La mejor parte
de su producción literaria fue la última, en 1959, cuando escribió textos que se entrecruzaron con «El Libertino
y la Revolución» y «Amantes».
Falleció en un trágico accidente de aviación, en 1962. ©
TOMADO DEhttp://amediavoz.com/gaitan.htm
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